
Las tranquilas aguas mediterráneas que rodean Menorca hacen de esta isla un paraíso para practicar deportes acuáticos. Practicar y, por qué no, aprender, ya que tanto por servicios, como por su climatología y calidad de las aguas, Menorca es el lugar perfecto para tomar contacto con cualquier disciplina que tenga el mar como telón de fondo.
Sus particularidades geológicas- muy diferenciadas entre norte y sur- permiten ofrecer las condiciones más adecuadas según la actividad escogida, desde el entorno hasta el fondo marino.
Seguro que Menorca podrá ofreceros una actividad que os apetezca probar. Por ejemplo: submarinismo. Sumergirse en aguas cristalinas, contemplar las praderas de posidonia (el secreto de la limpieza de las aguas de esta isla), explorar las cuevas submarinas o toparse con la flora y la fauna que viven bajo el mar son experiencias excitantes.
Como también lo es surcar el mar, subido a un kayak y paleando en busca de islotes desiertos, plácidas calas de arena blanca con aguas turquesas o secretas grutas.
Y si lo que os apetece es subiros a una tabla, jugar con las olas y poner a prueba vuestro equilibrio, nada mejor que optar por aprender windsurf o stand-up paddle.
No podemos olvidar, entre todas las opciones, la navegación a vela. La más tradicional pero no por ello menos apasionante o divertida.
A lo largo de la costa hay un buen número de empresas y escuelas donde encontrar toda la información necesaria sobre diferentes actividades acuáticas. Servicios especializados con personal formado y capacitado para asistir en el aprendizaje de cualquiera de estos deportes con la máxima seguridad y garantía.
Foto: Fundació Destí Turisme de Menorca
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